Las psicofonías forman parte de los fenómenos parapsicológicos más interesantes de los últimos 100 años. Se denominan así todos aquellos sonidos que el oído humano no puede percibir pero que sí quedan registrados en aparatos de grabación de cualquier tipo, y que son atribuidos a espíritus del más allá.
Las psicofonías se incluyen dentro del llamado fenómeno parapsicológico de la Transcomunicación Instrumental (TCI), que aborda la comunicación con hipotéticos seres o entidades, que no percibimos, mediante aparatos eléctricos.
El origen de las psicofonías
Previamente a la aparición de la primera psicofonía, en el año 1959, algunos célebres investigadores de la historia, como sir Oliver Lodge o Marconi, intentaron inútilmente captar frecuencias sonoras que pudiesen ocupar determinadas longitudes de onda en el espacio. Pretendían sintonizarlas y poder captar las voces y los ruidos producidos por los miles de seres que habían morado en nuestro planeta.Pero fue Thomas Alva Edison, uno de los grandes inventores del siglo XIX, quien puso un mayor empeño en ello. Su deseo de poder captar la voz de su madre, recientemente fallecida, le llevó en 1920 a la creación del fonógrafo. No consiguió su objetivo, pero dejó para la posteridad un invento cuyas inmensas posibilidades de utilización no logró vislumbrar en vida.
La primera psicofonía fue captada, de forma casual, por un realizador sueco de documentales cinematográficos llamado Friedrich Jürgenson. Durante el verano de 1959 Jürgenson, que se hallaba de vacaciones en Móinbo, pequeña ciudad cercana a Estocolmo, decidió registrar el canto del pájaro pinzón para realizar un documental. Para ello instaló un magnetófono en un bosquecillo cercano a su vivienda.
Al rebobinar la cinta para escucharla Jürgenson pudo percibir, además de los pájaros, que se habían grabado unas conversaciones lejanas que hacían alusión al canto de las aves. Convencido de que alguien se había introducido en su zona mientras grababa, decidió repetir la operación, esta vez asegurándose de que no se hallara nadie cerca. Cual sería su sorpresa cuando, al reproducir la grabación, escuchó perfectamente, junto al canto del pinzón, la voz de su madre fallecida. Según Jürgenson, en la grabación se escuchaba lo siguiente: “Friedel, mi pequeño Friedel. ¿Puedes oírme?”.
Divulgación del fenómeno
Jürgenson contó desde el año 1964 con la inestimable colaboración del doctor letón Konstantin Raudive, ex profesor de psicología en las universidades de Upsala y Riga, quien realizó miles de psicofonías a lo largo de su vida, hasta el punto de que estos fenómenos son también conocidos como “Voces de Raudive”.Jürgenson y Raudive investigaron en unión durante algún tiempo, intercambiando teorías, hipótesis y conclusiones. De esa época surgieron dos libros imprescindibles para informarse sobre las psicofonías: Conversaciones por radio con los difuntos de Jürgenson (1967) y Lo inaudible convertido en audible: siguiendo las huellas de los espíritus de Raudive (1968).
Sus estudios han sido continuados por múltiples investigadores y parapsicólogos, como Theodor Rudolf, H. Heckman, G.W. Meek, P. Jones, Klaus Schereiber, Ken Webster o el matrimonio Harsch-Fischbach.
En España las psicofonías fueron introducidas de forma experimental por el profesor Germán de Argumosa en 1971, que prefería denominarlas parafonías. Realizó cientos de ellas y allanó el camino para otros destacados investigadores, como Sinesio Darnell, autor del primer libro español sobre psicofonías: Voces Sin Rostro. Otros destacados investigadores de este fenómeno parapsicológico en nuestro país son Pedro Amorós o el doctor Fernando Jiménez del Oso.
Cómo realizar una psicofonía
Es imprescindible conseguir un magnetófono de casete para la grabación de psicofonías. Hoy en día es un aparato que se encuentra en desuso, pero es el que resulta más cómodo y efectivo para esta operación. Dicha grabación debe efectuarse en un lugar tranquilo y con el mayor silencio posible, preferentemente de noche.Es conveniente desenchufar todos los aparatos eléctricos que haya cerca para evitar posibles interferencias, en especial equipos de radio, televisores, vídeos o similares.
La cinta utilizada debe ser virgen. Con ello se evita la presencia de sonidos por un posible borrado defectuoso. Hay que situar el micrófono receptor a cierta distancia para que no recoja el sonido del rotor del magnetófono al enchufarlo, y situarlo sobre una almohadilla o elemento blando para evitar que recoja vibraciones. Se activa el aparato y se deja que grabe en silencio. Posteriormente se rebobina y se escucha con mucha atención para captar una posible psicofonía.
Hay lugares que poseen un mayor atractivo para realizar este tipo de grabaciones, como aquellos en los que se han vivido situaciones dramáticas o trágicas.
Para realizar e investigar psicofonías es imprescindible poseer una mente abierta, sin escepticismo, y proceder con el mayor respeto, rigor y seriedad. No hay que olvidar que se trata de un posible medio para contactar con los muertos.
El editor original de este artículo es Suite101: http://www.suite101.net/content/el-misterio-de-las-psicofonias-a11842
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